El Problema de las Películas de Superhéroes: Zack Snyder’s Justice League
Una vez aclarada mi postura sobre
el tema, hace un tiempo surgió la noticia de que la versión de Zack Snyder de
la Liga de la Justicia saldría a la luz luego de las incesantes peticiones de
los fans, provocando el hype más injustificado que haya visto antes. Miles de
personas en internet la vitorearon con fervor, como si fuese el Mesías resucitado
luego de 3 días, que volvió para hacerle justicia a la horrible versión de Joss
Whedon. Reconozco que la Liga de la Justicia que nos tocó ver es bastante mala
en casi todos los aspectos, pero lo que no entiendo es que los fans de esta
nueva versión prediguen que esta vez será una buena película debido a que, en
lugar de cómico, tendrá un tono oscuro y realista. Lo que no parecen
entender es que es precisamente por ese motivo que la película está destinada a
ser mala.
Las ventajas y desventajas de un
medio
Cada medio tiene su propia manera
de contar una historia, ya sea mediante libros, cómics o películas. Cada uno
demanda el uso de la imaginación del público hasta cierto grado, siendo los
libros quienes más exigen o, como considero yo, “facilitan”, hasta llegar a las
películas con actores de carne y hueso, en donde el margen de imaginación se ve
reducido. Pensarán que cuando uso la palabra imaginación me refiero únicamente
al aspecto visual, pero en realidad me estoy refiriendo al aspecto conceptual
también. Sin embargo, no estoy diciendo que los libros sean mejores que las películas
o cómics, cada uno tiene sus ventajas y desventajas, todo recae en el tipo de
historias que se quieren contar o cómo se quieren contar, y el reconocer qué
medio será el vehículo adecuado para su ejecución es fundamental para el éxito de una obra.
Las novelas, por ejemplo, son el
mejor medio para contar historias con una trama densa. En las novelas suele
ocurrir que el héroe o investigador se encuentra con un extraño que se pone a
relatar por el resto del capítulo su vida o la de alguien más o la de una
ciudad, puede ser cualquier aspecto que provea información relevante. Las
novelas son también convenientes para las historias de aspecto psicológico, ya
que el autor puede dedicarle páginas enteras detallando los pensamientos y
reflexiones de los personajes. Ahora, piensen en esos dos ejemplos llevados a
la pantalla grande. En un medio audiovisual no se puede detener el flujo
narrativo para que un narrador o personaje nos escupa información por minutos
enteros, tendrás a la audiencia revisando sus celulares en un santiamén. No
solo una película dispone de menos tiempo de duración, sino que existe la regla
primaria de mostrar en lugar de contar. En el primer ejemplo, si se
quiere evitar este error, se puede recrear la historia mediante el uso de
flashbacks, recreando el escenario de la historia
que quiere contar el personaje. En el segundo ejemplo, sortear ese obstáculo es
mucho más difícil, porque lo ideal es que la audiencia entienda la psiquis del
protagonista mediante sus acciones, a veces en las adaptaciones se tienen que
perder elementos. En resumen, estas y otras complicaciones aparecen cuando se
quiere mover una historia de un medio a otro, aunque para ilustrar mi punto con
más claridad elegiré un ejemplo específico de la novela que estoy leyendo
actualmente, Un Abismo en el Cielo de Vernor Vinge. La historia trata
sobre el contacto entre la especie humana y otra de seres alienígenas con forma
de arañas. La novela se enfoca en los aspectos de ambos bandos, disponemos del
tiempo suficiente para conocer a las arañas, sus costumbres, su tecnología y
sus objetivos. Lo único que el autor descuida son los detalles relacionados a
su aspecto físico. ¿Por qué hace esto? Para que podamos apreciar a los personajes
desde nuestra perspectiva humana, y así, empatizar con ellos. Cuando escribe
escenas en la que dos personajes se muestran afecto mi mente se olvida
completamente que estoy viendo DOS ARÁCNIDOS PELUDOS CONGENIANDO. Imaginen ver
eso en una película, resultaría imposible ver animales de ocho patas
comportándose como lo harían los humanos y no morirse de risa, hasta en un
cómic pienso que no se podría retratar esto sin que terminara en comedia
involuntaria.
Finalmente, en los medios
audiovisuales con actores reales -refiriéndome a películas o televisión- las
reglas de juego son totalmente distintas. Cualquier persona que haga una
película tiene que saber primero que nada que va dirigida a humanos, y cada vez
que los humanos vemos a un ser de nuestro par, en carne y hueso, en la pantalla
pensamos en nosotros; este medio, sin dejar de lado que es una ficción, es una
ventana directa hacia nuestra realidad, es imposible ver Days of Heaven
de Terrence Malick y no pensar en las extensas praderas que alguna vez habremos
recorrido. Pero ¿qué pasa cuando introducimos un elemento fuera de lo ordinario
en una cinta live-action? Para dar un ejemplo, usaré una película que cualquier
persona que haya crecido en los 90 reconocerá. Imagina que estás viendo el
comienzo de la película de la primera versión Live-Action de Las Tortugas
Ninjas sin saber nada de la franquicia. Una trama como cualquier otra, personas
caminando por las calles en la noche hasta que aparecen individuos disfrazadas de
tortugas peleando contra ninjas. En ese singular momento se produce un clic en
el cerebro del espectador, la atmósfera de realismo se derrumba y lo primero
que pensará el espectador, por lo general, será: ¿Una tortuga gigante que
sabe artes marciales? ¡Qué divertido! Al demonio con los humanos que vimos al
principio, quiero ver más de estas tortugas. La experiencia deja de ser
contemplativa y pasa a ser puramente hedonista, sensación que nunca se
interrumpe debido a que Las Tortugas Ninjas nunca pide que te tomes el concepto
en serio, sino que disfrutes de los chistes y escenas de acción. ¿Se si
intentara lo opuesto? Tendrías un drama psicológico o sociocultural
estelarizado por hombres con trajes animatrónicos con expresiones
indistinguibles que no resuelven sus problemas con peleas. Tanto el público que
busca películas realistas como el que prefiere las fantasiosas quedaría
insatisfecho. Precisamente es este tipo de errores los que comete DC (ya era
hora de retomar al tópico, ¿no?).
Las películas de DC son más
“maduras” y “realistas”
Dc se propuso a competir con
Marvel en la carrera de los universos cinematográficos, y contratar a Zack
Snyder para encabezar esta tarea fue el peor error que pudieron haber cometido.
Man of Steel es buen ejemplo de lo poco que entiende este director sobre
el manejo de tonos en una historia. Su película de Superman se presenta como
una especie de tragedia sobre un hombre buscando su lugar en el mundo. Un
hombre dotado de poderes que, de darse a conocer al resto de la humanidad, ésta
se pondría de cabeza. El tema que se plantea es si el uso de sus poderes
ayudará o provocará daño al mundo. Sin embargo, toda este dilema se va por la
borda cuando su rival Zod llega a la Tierra y la película se centra en
puramente en peleas entre seres poderosos sacadas de un capítulo de Dragon Ball
Z, y no voy a mentir, las escenas son geniales, me vi esta película varias
veces solo por esas escenas. Pero aquí es donde yace el problema, todo el daño
colateral provocado por estas titánicas batallas tiene que haber causado la muerte
de muchos civiles inocentes, observación que el director decide ignorar por el
momento para enfocarse exclusivamente en los puñetazos, pues de lo contrario
deducirías que el tema inicial de la historia está resuelto: los dones de
Superman provocan daño al mundo. Si la película hubiese decidido desde el
comienzo tener un tono menos serio y abocarse exclusivamente a las peleas uno
pensaría menos en las víctimas producto del daño colateral. Pero como esto no
fue así, el clímax donde Superman se ve forzado a matar a su enemigo para
salvar a una familia se vuelve redundante; si ya murió tanta gente (lo cual es
confirmado en la secuela Batman V Superman) ¿qué diferencia tienen unos cuantos
más? ¿de repente tienen el peso narrativo lo suficientemente grande como
hacerlo dudar en matar a Zod, el causante de esas muertes? Esta cuestión me
dejó pensando respecto a qué tipo de película tenía en mente Snyder, y tras
leer sus comentarios descubrí que ni él mismo lo tenía claro. Por un
lado, quería retratar la historia de un modo realista de la misma manera que
Batman Inicia lo hizo, y por otro, describe la pelea de Superman contra Zod
como una especie de Opera. No digo que una historia no pueda tener varios
tonos, pero esos dos son diametralmente opuestos, no pueden estar en una misma
historia. Suicide Squad está dirigida por David Ayer, no tiene la pretensión de
ser realista o madura, sino algo irreverente y divertido, y aún así los críticos
la odiaron y la audiencia terminó olvidándola. ¿Por qué sucedió esto? La respuesta
simple es que no hizo lo mismo que hicieron las películas de Marvel, ¿y qué es
eso? Eso lo examinaremos en la siguiente
entrada.
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