Alien: Covenant
En 1979 el director Ridley Scott nos mostró la primera película de lo que se convertiría en la franquicia Alien. Una historia de ciencia ficción que se convierte en una de suspenso. La concepción un grupo de exploradores espaciales siendo masacrados por una entidad de otro planeta fue increíblemente novedosa en aquel entonces y una de las mejores que alberga Scott en su filmografía, siendo hasta responsable de la creación de varios imitadores en el futuro (Event Horizon). Entre los elementos que hicieron Alien una películas de culto son el hecho de que jamás vemos una sola escena de la Tierra, enclaustrándonos en la nave espacial Nostromo permanentemente, produciendo una sensación de encierro, clave para cualquier película de suspenso. Así como la descripción atípica de sus tripulantes para las películas del género en aquel entonces, los que se desenvuelven con tanta naturalidad y comodidad que parecían más camioneros que los típicos científicos.
Ellen Ripley de Alien (1979)
En la saga se cuentan numerosas secuelas, inclusive la primera de ellas titulada Aliens tiene el mismo grado de devoción, algunos hasta prefiriendo ésta en lugar de la original; y eso que ni siquiera es dirigida por Ridley Scott, sino por James Cameron, otro genio detrás de la cámara. Scott no retomó el universo hasta en 2012 con la película Prometeo, la cual es una precuela de Alien, tratando por primera vez de indagar en los misterios alrededor del origen de los Xenomorfos. Covenant es una secuela de Prometeo, así que te recomendaría verla primero para que la puedas entender. La razón por la que la palabra Alien está ausente en el título de Prometeo es por la ausencia de los Xenomorfos clásicos que conocemos, cosa que no ocurre en Covenant. Por lo que puede resultar confuso seguir el orden lógico de las películas si no has investigado previamente. Prometeo fue vista por fans que ya sabían que se trataba de una precuela y por personas que pensaba que era una historia de ciencia ficción original y unitaria. En esta secuela hasta los que nunca les interesó la franquicia saben que hay una conexión directa.
Aclarado todo el contexto y cualquier otra mención necesaria para ubicar esta película examinemos los buenos y malos de esta película.
BUENO
Si tenías quejas porque no había ningún Xenomorfo en Prometeo (salvo al final), en esta ocasión serás recompensado por dosis de ellos, incluso una nueva versión llamada Neomorfo. Sin ahondar con muchos detalles diré que Ridley Scott eligió esta vez poner en escena más de uno, sin que llegue a parecerse a la masiva colonia vista en la secuela Aliens de James Cameron, emulando la misma atmósfera a pequeña escala y más personal de la original; convirtiéndola en una ideal precuela de Alien.
Esta película pertenece a dos géneros: Ciencia Ficción y Suspenso. Si la escindimos en esos dos aspectos puedo decir que la parte de suspenso es muy satisfactoria. Si bien, los Xenomorfos toman su tiempo en aparecer, cuando lo hacen la película parece realmente comenzar. Es tanto intensa como sanguinaria, posee las adecuadas dosis que en Prometeo se quedó corto. Si buscas una película con el terror visto en las mejores de cintas de la franquicia quedarás muy complacido con el resultado.
La actuación de Michael Fassbender es un tema que tomará mención es muchas páginas de críticas de películas. Su trabajo en Prometeo fue tan atractivo que esta vez doblaron la apuesta (literalmente) interpretando al androide del Covenant Walter y su antiguo personaje David. Ambos tienen expresiones y tonos de voz neutros y apáticos, producto de que son androides, los cuales no experimentan emociones notables como los humanos. Sin duda, se necesita un actor del calibre suficiente como para hacer dos representaciones que sean claramente distinguibles con aquellas limitaciones mencionadas, pero Fassbender lo logra. Es la estrella de la película, y esta vez lo tenemos por dos. La interacción entre ambos es un tema muy particular, llegan a experimentar alta gama de emociones, desde la enemistad hasta el amor. Esta última es la parte más rara, pues por momentos pensaba que el guión era más bien un FanFiction hecho por una amante del Fassbender/Fassbender.
Otro personaje a remarcar es la protagonista Ripley arquetipo Daniels, interpretado por Katherine Waterston. Aunque es un miembro más de la tripulación al comienzo emana una presencia firme así como emocional, que te hace saber que es la protagonista. No logra superar a la original Sigorney Weaver pero participa en las mejores secuencias de acción.
Los efectos son muy buenos. No es el espectáculo visual que fue Prometeo, pero logra que recrear el mismo ambiente y los Xenormofos se ven bastante reales.
MALO
Previamente hablamos de la parte de Suspenso, cuando toca examinar la de Ciencia Ficción encontramos muchas falencias y decepciones. La historia se aparta mucho de los misterios que se la anterior dejó planteada. Los fanáticos más fieles sentirán que no hay mucha consistencia entre las precuelas, y que más que intento de contar el camino que conduce a Alien de 1979, parece una forma de Ridley Scott expandir innecesariamente una obra de culto que, a lo mejor, no necesitaba hacerse en primer lugar. En resumen, todas las preguntas que tengas o no serán respondidas o te decepcionarán.
Con la excepción de los androides, Daniels y el personaje Tennessee (interpretado sorprendentemente bien por el comediante Danny Mcbride) todos los demás personajes son bastante olvidables. Muchos cuyos nombres no recordarás y unos cuantos con caras que olvidarás. Varios están ahí solo para ser víctimas. La crítica más generalizada son las torpes decisiones de la tripulación, haciendo que sus muertes se vean más merecidas que trágicas.
Anteriormente mencioné que la película parece comenzar con la aparición de los Xenomorfos, lo cual tiene su parte mala también. La historia que intenta conectar con Prometeo y la llegada del Covenant al planeta destino se siente tan monótono que aburre. De que no va a romper o desafiar las barreras del género como lo hizo la original en el año 1979 es claramente obvio. Que no intentara expandirse en la ruta que venía trazando Prometeo se siente como una asombrosa oportunidad desperdiciada.
En conclusión, una desilusión para los fans con expectativas elevadas, pero una intensa película de terror que sobresale en el saturado mercado que vivimos actualmente. Si buscas ir al cine para ésto última, la recomiendo firmemente.
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